PEDOFILIA CELESTIAL.

PEDOFILIA CELESTIAL.
Por: Cheo Breñas.

Hoy el escándalo de los curas pedófilos ha llegado a tal extremo, que no hay manera de frenarlo ni con doble pared de hierro, aunque ahora resulta que su máxima “excelencia y pontífice”, (alguien que está embarrado hasta el cuello en este incierto “pues como dicen en mi país, tan culpable es el que mata a la chiva como el que la sostiene por las patas” nos sale a la palestra con su cara de aflicción como si en verdad lo sintiera) quien ha decidido, (escuchen bien esto), después de una extensa campaña de contundentes reclamos, dar potestad a las autoridades civiles para que sancionen y detengan a estos depredadores; ¡qué bárbaro! ¡Qué “decisionazaza-zaza-zaza”! Aunque me queda la duda de… ¿Cuándo irán por él?

Lo que por tantos siglos ha ocultado deliberadamente la iglesia católica (y no me digan que esto es nuevo, porque soy capaz de tirarles un zapato como hace la competencia), se le ha ido de las manos de manera tal, que ya nadie les cree inocentes, (con la excepción de un reducido grupo de lambiscones que se rehúsa a aceptarlo). No es posible que aquellos que promueven esta doctrina no la respeten y sus seguidores sí. De que manera habrán logrado lavar los cerebros de estas personas que aún con las pruebas delante de sus ojos se atreven a dudar o a negarlo.

Y todavía hay una periodista que sale en el programa de María Elvira, (de esas que pertenecen al pequeño grupo de que hablo en el párrafo anterior), que defiende con uñas y dientes la posición de la iglesia. “Para ella esto es una bicoca”. Un 0,06% (según argumenta) de la cantidad de sacerdotes que existen es la que ha incurrido en esta “pequeña falta”, ¡hágame usted el favor!, cómo si estuviéramos hablando de alguna que otra travesura infantil, se está señalando a sacerdotes que atenidos a la inmunidad que les confiere el Vaticano, se aprovechan de niños inocentes para imponer su autoridad y violarlos. Ese 0,06% de que ella habla es una enorme falta en una entidad que promueve la fe y las buenas costumbres. El desliz de uno sólo de estos sacerdotes hacia este tan degradante suceso, es una burla a las doctrinas que profesan con todo y su “librito” (la biblia). ¿Cómo se atreve a apoyar algo tan denigrante? ¿Tendrá alguna idea ella de lo bochornoso que pudo haber sido para los demandantes decir algo tan personal? ¿Sabrá ella lo que cuesta mantener libre de manchas la moral en una sociedad como esta? ¡Claro que no! Porque su fanatismo es más importante que el dolor y el sufrimiento de estos pequeños desafortunados y sus familias. Para ella es un chiste que ciertos curitas pedófilos, hayan violado y ultrajado a más de doscientos niños sordos mudos. 200s inocentes que no podían hablar ni quejarse y que además estaban encerrados y obligados bajo sus tutelas por estos buitres. ¡QUÉ HORROR!

La sociedad está llena de infieles, de depredadores, de asesinos, de ladrones, de políticos, de abogados etc, etc, y etc. Así es el mundo, (como un bikini amarillo con lunares). Pero todos sabemos que están allí y es nuestro problema el saber como cuidarnos de ellos. Pero… confiar nuestros hijos a una entidad “moral” y “divina” como es la iglesia para encontrarnos al final con este desenlace, es cruel señora periodista y es mucho más cruel, que usted prefiera defender sus doctrinas y el imperio de esa entidad corrupta, antes que a los afectados. ¡Qué vergüenza! Además, que se haya dado este escándalo a estas alturas no quiere decir que sólo esos casos ya confirmados sean los únicos. Todo el mundo sabe que desde el momento en que se creó el primer convento o monasterio existen estas barbaridades. ¿Cuántos inocentes habrán sido abusados durante siglos por estos infelices con cara de hombres buenos, que aprovechando el poder y el látigo del miedo lograron mantener sus oprobios en los secretos? Y no es porque ahora todo el mundo esté en contra de la iglesia (aunque yo si;  bueno… en realidad yo estoy en contra de todo aquello que utilice la mentira para vender y que se aproveche además de la ignorancia de las personas para imponer cualquier tipo de ideología), es que decepciona. Todo lo que es construido sobre bases sin fundamento al final se derrumba y las bases donde están apoyadas sus creencias dejan mucho que desear; desde la insólita historia de la creación con el cuentecito de Adán y Eva, hasta la promesa de un paraíso allá en los cielos que no tiene la menor de las lógicas. Y no se asombre señora periodista (si lograre llegar a ese fantasioso reino del paraíso en que usted cree), que no se encuentre en ese limbo ni siquiera a un Papa.

Y si hoy han salido a la luz pública estas confesiones, es, gracias al logro por una parte de los homosexuales, que se han hecho escuchar y a la educación, que ha logrado hacer razonar a la gente y alejarlas de esta farsa. (Cuando un hombre educado se atreve a razonar, en ese instante, toca a su puerta lo material y le da la espalda a las pendejadas).

El sacerdocio es una vocación a la que entras a formar parte por amor y decisión propia. ¿Cómo explicas el que falten tan descaradamente a algo que se supone es un compromiso celestial y que además, lo sigan haciendo a conciencia sabiendo el tamaño de su falta? Eso nos dice con claridad que ni creen, ni nunca creyeron en lo que profesan. Que sólo se han aprovechado de la gente, para con la inmunidad que les ha conferido la iglesia, dar rienda suelta a sus verdaderos y morbosos sentimientos. Es de humano equivocarse pero no incurrir en el mismo error con tanta frecuencia.

Yo entiendo que la carne es débil y que el compromiso del celibato es inhumano, pero si no puedes con el paquete, mejor apártate y déjalo pasar, Pues se trata de “Dios” ¡carajo!, ese ser omnipotente que promueven hasta la saciedad y que se supone temen y respetan. Ese ser todopoderoso creador de todas las cosas y que nos han vendido durante siglos como nuestro único Señor, Rey, Emperador, Presidente, Esclavista; al que nos enseñan a temer como si fuera el lobo de los cuentos de Disney, en lugar de a amar como a la madre que nos parió, sin miedo y con el corazón. Ese falso Dios que unido a esa hipócrita y amañada ideología, enriquece desde sus inicios a esa entidad insaciable e inescrupulosa.

La iglesia, ¡ah la iglesia!, esa tenebrosa e hipócrita organización que vende amor y hace la guerra. Que ha asesinado, torturado, robado y violado durante siglos, bajo un manto de ternura y buenos modales y que está además detrás de todas las guerras de este mundo, apoyando a los más viles y genocidas gobiernos de esta tierra. Ese emporio que es dueño de medio mundo y que no se toca el corazón para ayudar a sus fieles, vendiéndoles un falso Dios que predomina como el “amo del terror” por el miedo que infunde, y no como la cristalina y suave caricia de quien te ama. Cuantos han sido despojados de sus casas y posesiones por la iglesia; y no hablo del pasado, ni digo que lo haga directamente; pero es obvio que está detrás de todo este engranaje, porque tiene puestas ahí sus mejores inversiones. ¿Será que nadie sabe que el Vaticano maneja y es socio mayoritario de todos los bienes raíces que hay en este mundo? Entonces… ¿Cómo permite que desalojen a sus fieles? ¡Cuanta hipocresía! Por un lado se van a África con parte del dinero que recoge en sus iglesias, a regalar (como si fuera de ellos, como si lo hubiesen trabajado) algún que otro plato de comida en alguna olvidada aldea, donde como los políticos, posan para la prensa internacional tratando de vender “el buena gente” y por el otro le quitan las casas a cientos de miles de personas que no pueden pagar los altos intereses que les imponen. ¡Que “hijosdeputas!, cuanto daño por dinero, Cuanta maldad por el control; ya no les basta con la cantidad de fieles que manejan bajo el engaño de la existencia de un Dios, que dicen, los eligió para representarlo en este mundo, si no, que abusan de ellos sin misericordia bajo el manto de otra bien preparada y malsana representación.

¡Q U E    H O R R O R!

Y si piensan que exagero en mi razonamiento, lean por favor esta disertación publicada en Google por el Sr. Eduardo Pérez,   http://www.monografias.com/trabajos15/vaticano/vaticano2.shtml   Donde nos lustra con una investigación detallada sobre las manipulaciones que se generan dentro de “la santa cede”. Ahora yo me digo; si han sido capaces de incurrir en estos actos delictivos donde han sido violadas todas las leyes del universo, que de malo tendría para estos tramposos contar con su propio y degenerado aren de niños inocentes. Y como decía mi madre, ¡que Dios los agarre confesados!