sábado, 9 de octubre de 2010

UNA DE CAL Y MUCHAS DE ARENA.

UNA DE CAL Y MUCHAS DE ARENA.
ATENTADO AL VUELO 455.
Por: Cheo Breñas.

Sinceramente siento mucho el dolor de aquellos que perdieron a un ser querido en esta debacle porque no es para mí nada digerible un hecho tan deprimente. Pero me parece bastante intencional y falto de escrúpulos, el que los dirigentes de la página, Generación Cambio Cubano (que definitivamente es vanguardia del castrismo), use este lamentable incidente, rescatando desde el olvido el luto de sus dolientes para conmover el corazón de sus seguidores. Motivo además que promueve una causa sin sentido en la imposición de una incongruente y macabra filosofía que ha teñido de sangre nuestra tierra y nuestros mares por más de medio siglo.

Por supuesto que no estoy de acuerdo en el sacrificio de “inocentes” para imponer ningún tipo de criterio o ideología que no sea en favor de los derechos humanos, pero todos sabemos que en todas las guerras que se llevan o se han llevado a cabo en este mundo, el mayor número de muertos los ponen siempre “los inocentes”. Como también sabemos que, y aunque de una forma muy pacífica y tal vez “únicamente deportiva”, estos jóvenes que iban a bordo de ese fatídico vuelo 455 de Cubana de Aviación en el año de 1976, (y a los cuales “se supone” iba dirigido el atentado), eran portavoces incondicionales y quizás algunos sin saberlo, del régimen comunista de Cuba y una representación visible de dicho gobierno.

Es bueno que tengamos muy claro en nuestro razonamiento, que aquel que toma partido en cualquier cosa que fuere, deberá estar consciente de los riesgos y consecuencias a que se expone; ya que bien, que suelen disfrutarse con furor y alegría los resultados cuando se goza de los triunfos. Y no nos hagamos tontos tratando de voltear las culpas hacia todos los que no comulgamos con el sistema, que una de las cosas que Fidel más disfruta utilizándola como arma ideológica en beneficio de su política, es el deporte.

Pero… mirémoslo desde un punto neutral. ¿Qué son 24 o 73 personas que perdieron la vida en este lamentable incidente, comparadas con millones de víctimas que han perecido a manos de los sicarios del régimen o tratando de alcanzar otro futuro donde abundan las libertades?

Ahora yo me pregunto:
¿Por qué no han llorado también a los cientos de miles (si no millones) de ahogados o comidos por los tiburones que en su afán por huir de esa dictadura buscando mejoras para sus vidas, han perecido en ese estrecho de mar que divide a Cuba de la Florida? ¿Por qué no han llorado también a esos inocentes que fueron fusilados por el Che y otros tantos jefes del ejército rebelde en los comicios de la mal llamada revolución para escarmiento y con toda la malsana intención de infundir y propagar el miedo? ¿Por qué no han llorado también a las víctimas inocentes del remolcador 13 de marzo cuando fue hundido sin necesidad y “con odio”, por cañoneras castristas en las narices mismas de la costa habanera? ¿Por qué no han llorado también a las millones de personas inocentes que han sido emboscadas y masacradas por las hordas comunistas en todo el mundo con el único e inhumano propósito de imponer su absurda ideología? Y… definitivamente, ¿Por qué no han llorado también a los inocentes que murieron en el horroroso atentado del 911 en los Estados Unidos, cuando se disponían a cumplir su horario de trabajo? Esos, y muchos otros que por estas razones han muerto en este mundo víctimas de las luchas de ideas, TAMBIÉN SON SERES HUMANOS, sacrificados en esta interminable guerra de poderes e imposiciones idealistas, que no tienen para cuando acabar y que llevan implícita la única intención del absolutismo y el poder.

Los atentados, (con excepción del “millón y medio” que dice Fidel se han perpetrado en su contra y que sólo son reales en su siniestra mente de figurín de prensa), rara vez van dirigidos directamente a los jefes de gobiernos por la protección de que estos gozan. Por lo que… los pueblos oprimidos y carentes de recursos para enfrentar a estas sabandijas, recurren a esta opción con la intención de hacer notar su inconformidad y reclamar de alguna manera los derechos que le fueron arrebatados; aceptable para mí en quienes lo hacen en defensa de la democracia y no apoyando ideologías con propósitos políticos y/o religiosos que al final de nada sirven, ni han servido nunca a los intereses de los pueblos.

Finalmente este caso y todos aquellos donde van incluidas las pérdidas de vidas humanas inocentes, son muy lamentables. Pero de ahí a promover este incidente aprovechando el dolor de los involucrados para hacer política y tratar de ganarse el voto de los ingenuos e indecisos, es tan deplorable y criminal como el acto mismo.

Y dejen ya de estar justificando este hecho aludiendo que los jóvenes que iban en ese vuelo 455 eran “niños inocentes”, que de ”niños”… y por demás asesinos, están llenas las guerrillas terroristas de América latina que todos sabemos son alimentadas y dirigidas por Castro. Que fueron muchos los “niños”… rebeldes, que bajaron de la Sierra Maestra empuñando rifles de combate, que utilizaron apoyados por los dirigentes de las columnas que invadieron la isla desde oriente hasta occidente. Que África está colmada de “niños”… combatientes, que no se tocan el corazón para asesinar a sus mismos hermanos, dirigidos por guerrilleros terroristas que pelean en favor del comunismo. Y que la delincuencia provocada por esta inestabilidad que nos invade hoy en este continente, y que empieza con las bandas de “niños”… delincuentes, en su mayoría pertenecientes a los grupos que conforman las “Maras”, tiene sus raíces en el odio que Fidel siempre ha abrigado en contra de los norteamericanos propulsando el narcotráfico y la violencia a los Estados Unidos, con todo el rencor y la impotencia del ser vil y sarcástico que siempre ha sido.

No culpemos más a los otros de lo que nos pasa, porque esto no es más que el producto de nuestra incompetencia como seres humanos a darle una solución racional y definitiva a nuestra existencia. Dejemos de apoyar ideas e imposiciones de las que no recibimos nada más que sacrificios vanos que únicamente favorecen a los que las promueven. No nos dejemos convencer con dolores superfluos de líderes sin escrúpulos que se aprovechan de nuestros sentimientos para impulsar e imponer sus doctrinas; que todos los días son asesinados en este mundo personas inocentes que se pierden en el olvido sin que a nadie le importe.