viernes, 23 de octubre de 2009

CUBA: “UNA POTENCIA MÉDICA”

CUBA: “UNA POTENCIA MÉDICA”

Por: Cheo Breñas.

Esta es la frase que ha popularizado Fidel Castro ante el mundo, presumiendo una más de sus mentiras, pues, de acuerdo a la insuficiencia de neuronas en su cerebro, ha pensado que una enorme agrupación de médicos puede asegurar la salud de un pueblo, si no la del propio mundo, ya que para su manera lógica de ver las cosas la importancia está en la cantidad, mas no en la calidad.

En un país donde se hace únicamente lo que dice su mandatario, no existen muchas opciones para los jóvenes que terminan su preuniversitario. Los estudios para Ingeniería, Estadística, Química, Derecho, etc., se ven truncados ante el capricho de no ofrecerse en las universidades otra carrera que la de Medicina.

Estos jóvenes, que llegan a la cúspide de la escala estudiantil con anhelados sueños, sufren la frustración de ver congelados sus proyectos, viéndose obligados a estudiar la medicina. Y aunque algunos se resisten y esperan algunos años, terminan por acatar esta disposición con la esperanza de alcanzar más adelante su propósito.

Lo decepcionante de esta estrategia es que un médico sin vocación es al final algo menos que un enfermero y rinde menos que un burócrata.

De esta manera, Fidel cree tener su presumida “POTENCIA MÉDICA”, que exporta a otros países con el único propósito de adquirir adeptos a la extrema izquierda que lidera, asumiendo aportar una ayuda desinteresada a esos pueblos en complicidad con sus mandatarios, que pagan silenciosamente con compromisos de tipo ideológico y político, o tal vez alguna que otra especie.

Mucho se oye de la cantidad de médicos que el gobierno cubano suministra a países de bajos recursos en todo el mundo. Lo que no se escucha es la carencia que sufre el pueblo cubano de esta atención. Mientras a otros países les “regala” medicinas y conocimiento, el cubano recibe una mínima dosis, en unos hospitales tan antihigiénicos, sucios y abandonados que dan pena.

Hace algún tiempo supe que había proporcionado a Nicaragua los mejores especialistas en oftalmología para resolver infinidad de problemas que sufría este pueblo por carecer de estos servicios, donde incluía además todo tipo de medicamentos y atención gratuita. Mientras, y desde entonces, mi hijo pierde paulatinamente la vista por no tener a su alcance alguna de estas facilidades. Lo frustrante y doloroso de esto es que mi hijo me comentó que no podía operarse porque Cuba no tenía los medios ni los recursos para hacerlo. ¿Cómo la ven?

También en esta madeja se incluyen los intercambios estudiantiles, con los que Cuba ofrece instrucción gratuita a jóvenes de otros países, obligándolos a comprometerse con la Revolución al mismo tiempo que lo hace con sus gobiernos. Estos jóvenes salen de Cuba titulados y listos para ejercer en sus lugares de origen, cuando a los cubanos que abandonan la isla les son retenidos sus Títulos de Medicina, con la intención de que no puedan ejercer en los países que los acojan como inmigrantes, (aún después de haber pagado con extensas horas voluntarias en misiones internacionalistas, aceptando al final como sueldo una miserable limosna). Es muy fácil deducir, cuando lo analizamos detenidamente, que esto no es una regalía, sino un negocio remunerable sólo a favor de “la Revolución”. -Yo te doy adiestramiento a cambio de que tú me sirvas y glorifiques; si faltas a este compromiso perdiste tu tiempo de estudios y tu título-.

Esta manera de “diz” que regalar conocimientos, es una forma siniestra de crear afectos incondicionales para el futuro, además de ir incluido en el paquete el adiestramiento ideológico del gobierno, donde acondicionan la mente de estos jóvenes obligándolos a asimilar el culto a la personalidad de Fidel Castro.

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