martes, 10 de noviembre de 2009

EL PODER

EL PODER.

Por Cheo Breñas:

¿Qué es el Poder? El Poder es ese tipo de trabajo (si así pudiera llamársele) donde todas y cada una de las personas de tu entorno, te rinde pleitesía, donde nada te cuesta porque todo está “mañadamente” pagado por el estado o la entidad a la que representas y donde tu exagerado sueldo puede irse intocable a engrosar tu cuenta de banco porque no lo necesitas. Donde disfrutas de todo lo que se te antoje justificándolo como gastos de representación o viáticos, según el caso y donde tus órdenes son irrefutables. Donde es exigencia el buen vestir, “la buena vida” y la asistencia encomiable a los mejores eventos donde irónicamente no tiene acceso el pueblo, pero que está ahí para costearlo con sus impuestos. Es la vanidad misma disfrazada de mentiras que se supone es para el bien de una nación o país y que te da la oportunidad de codearte con la élite de las más altas sociedades de este mundo “sean decentes o no”. Es el Poder esa virtud destinada a unos pocos y que no crece en la huerta que con tanto esmero cuidas; es la ambición de aquellos que no se conforman con lo que la vida les ha dado para pretender manejar la de otros. Es una suerte que no se rifa en los boletos de la lotería pero que trae implícita la jugada.  Es… en fin, algo que queremos todos pero que sólo está al alcance de los ricos y algún que otro afortunado.

Con el poder puedes decidir y aprobar lo que predestines para las mayorías, sea bueno o no para estas, tienes la potestad de sancionar o absolver con o sin razones y puedes aplastar o engrandecer al prójimo con un movimiento de la cabeza.

Y aunque el poder no es único porque existen otros con igual o mayor fuerza que tú, te da la opción de intercambiar “favores de conveniencia”.

Vean que tan importante es El Poder, que el Sr.: Michael R. Bloonberg; actual Alcalde de Nueva York, invirtió este año en campaña para su reelección, la exuberante suma de $100,000,000.00 (cien millones de dollares) de su bolsillo. Y si quieren conocer un dato curioso, el sueldo estipulado para ese puesto es de $225,000.00 (doscientos veinticinco mil dollares al año), de manera que en los siguientes cuatro años de su mandato sólo recuperará la “para él risible” cantidad de $900,000.00 (novecientos mil dollares) ¿Cómo la ven? Y hay más… en su primera campaña gastó 74 millones y en la segunda 85. Cuan importante puede ser El Poder para este hombre, que no ha escatimado en gastar de su propio bolsillo para el efecto, la fabulosa cantidad de $259 millones de dollares. Saben a cuantas personas habría ayudado este señor, (si en lugar de gastar ese dinero en anuncios propagandísticos, recepciones y comilonas para alimentar el EGO), lo hubiera destinado a las personas que son arrojadas a la calle diariamente de sus casas por no poder pagarlas, gracias al despilfarro de gobiernos corruptos alrededor de su propio mandato y persona.

Claro que… según su biografía ha sido un excelente Alcalde que ha “ayudado mucho” a la ciudad de Nueva York, sacrificando hasta sus horas de sueño en favor de los desvalidos. Pero… ¿este sacrificio ha sido verdaderamente sano?, ¿en serio este señor no ha ganado otra cosa que su sueldo de $225,000.00 al año, algunas satisfacciones y palmadas al hombro por este desempeño? Esto, para mi forma de pensar está en duda y su biografía también. Los millonarios tienen dos corazones, uno, el más chico, destinado a su EGO, con el que aparentan ser dadivosos en ciertos sectores de la sociedad buscando compromisos que a la larga cobran y el otro, el más grande, dedicado enteramente a cuidar y engrandecer su fortuna. Yo pienso que un candidato tan buena gente como dicen es él, no tenía necesidad de invertir un solo centavo en su campaña porque el pueblo agradecido lo restituiría (aunque no fue así, ganó por un pequeñísimo margen a pesar de la inversión de sus CIEN MILLONES DE DOLLARES). El único hombre (y está en duda su existencia) que jamás aspiró a un cargo ni amasó una fortuna fue Cristo, aunque sus seguidores no han hecho nada por imitarlo (eche una mirada al Vaticano y compruebe a que nivel llega la opulencia que hay allí y que él tanto criticó).

Ninguna historia es totalmente confiable, como tampoco lo son los que la escriben y aunque en su biografía hablen puras cosas buenas de este Alcalde, me queda la interrogante de la injerencia del poder y del dinero.

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