miércoles, 4 de noviembre de 2009

DECEPCIÓN MAMBISA

DECEPCIÓN MAMBISA.

Por: Cheo Breñas.

Todos llevamos dentro un poco de Mambí y cuando alguien o algo lo estimula, hierve rápidamente la sangre y nos mueve al deseo de combatir.

Desde que el hombre existe, existen los gobernantes. Por alguna razón prescindimos siempre de un timonel que guíe nuestras vidas y nuestro futuro, parece que los demás no estamos capacitados para hacerlo y dejamos en las manos “de los que creemos saben”, esta decisión.

Las revoluciones y todo tipo de conflictos generados dentro y fuera de los gobiernos, logran enfrentar a las mayorías poniendo en peligro la estabilidad de los pueblos. No hay gobierno verdaderamente bueno, todos responden a una formación ideológica y/o personal, que está por encima de las necesidades de la sociedad. El juego de la política es propio de las personas que anhelan el poder y no se detienen jamás en su propósito. La inconformidad es un sentimiento que abrigamos todos y por ende aprovechable en toda su intensidad por este tipo de sujetos.

Las personas que lideran algún conflicto de tipo político, son egresados generalmente de las altas clases sociales. (Se pueden contar con los dedos de las manos los que han emergido del fondo de la pobreza). Los caudillos que provienen de familias adineradas, por lo general juniors inconformes y dolidos por algún caprichito no logrado, se valen de cualquier estratagema para convocar a las rebeliones; -(a los que mueren en el intento se les llama mártires, a los que triunfan héroes y a los que perduran DICTADORES)-. Inventan, crean o se suman a nuevas ideas de mejoramiento (sobre todo de las clases más bajas), para invocar al Dios de la guerra en nombre de la “Patria” y convencer a los jodidos a que peleen por sus derechos.

El final es siempre el mismo, los jodidos lo siguen siendo y los inculcadores pasan a formar parte de la nueva élite gobernante, que por supuesto termina convirtiéndose a peor.

Muchos hombres y mujeres han ofrecido sus vidas ilusionados siguiendo el entusiasmo y buen decir de estos soñadores, con la convicción de un cambio que jamás llega y confiados en que el sistema que promueven los sacará de la pobreza; para al final regresar a sus casas (los que no la perdieron) en condiciones mucho más desastrosas que las que dejaron.

Los “Mambises” de todo el mundo tienen mucho en común y no terminan de darse cuenta que sirven de marionetas a estos inescrupulosos abusadores, de cómo los han utilizado a través de los tiempos para engrandecer a hombres insaciables que lo único que persiguen es el poder, pues bien sabido es que cuando llegan a tenerlo se olvidan de aquellos que se sacrificaron en su nombre.

Generaciones tras generaciones siempre es la misma historia, pero con mayor saldo, con más involucrados y con más dividendos para los promotores. Primero se peleó por un pedazo de tierra que terminó bajo los dominios de un líder, después peleamos por naciones que terminaron por supuesto bajo el dominio de un líder, seguidamente por las propiedades, por los enceres, por el petróleo, por… por… por, etc., etc., etc., y así seguiremos enfrentándonos por una cosa o por la otra, que por supuesto terminarán al final en las manos de alguno de estos líderes. Será que todavía seguimos siendo unos imbéciles o que nos gusta la guerra porque la creemos una diversión donde se nos permite matar. ¿En serio creen que todo ese montón de “vive-bien” se preocupa porque lleves un plato de comida a la mesa de tu casa y que a ese señor bien portado y de verbo elocuente le interesa tu bienestar?

Lo poco o mucho que tienes en este mundo es tu familia; si pones todo tu empeño en conservarla la disfrutarás por el resto de tu vida. Si caes en las redes de uno de estos lidercillos terminaras olvidado, ya sea en un campo de batalla o en algún rincón de una maltrecha choza en el fin del mundo y sacrificarás en vano lo poco que tenías. Abre los ojos y deja de soñar, que los “señores” (tradúzcase CABRONES) siempre existirán y que el poder enferma tanto que borra las memorias.

¿Por qué has de seguir entonces armando pleitos si no has de ganar nada con eso? Documéntate ahora que puedes navegar por las redes de Internet y verás a muchos como tú sirviendo de carne de cañón a los propósitos de estos hipócritas. No le sigas el juego a estos inconformes y pronto notarás que se afiliarán al grupo de los elegidos porque sólo les interesa el poder que proporcionan las buenas posiciones. No te dejes utilizar más y le harás un favor a la humanidad.

Es cierto que se han logrado algunas cosas gracias a las insurrecciones, pero hoy esto se ha convertido en un circo. Es una locura de inconformidades que en lugar de ayudar destruye. A nadie le importa apoyar una idea buena que ayude a la ciudadanía si esta no es propia. Cuando se abren las puertas a las discusiones entre nuestros políticos (me refiero a los políticos de todo el mundo), parece un gallinero donde jamás se acepta un acuerdo serio si no se “catapiccia”. ¿Cómo es posible que se juegue con nuestros destinos intercambiando ponencias de conveniencia?

Por eso y por todo el dolor que abrigo al mirar ese pasado infame, lleno de hombres y mujeres valientes que perecieron soñando con un mundo libre, el mambí que llevo dentro se decepcionó, ya se cansó de exponer la vida para que gente sin escrúpulos termine manejando su destino. Ahí les dejo mi machete y mi sombrero; y la bandera, ¡ah la bandera!, esa por la que se han inmolado tantos patriotas, la dejaré colgada de esa palma real hasta que pueda ondear por sí sola. Porque la libertad es algo que le pertenece obligadamente y no porque alguien se la procure.

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