viernes, 18 de septiembre de 2009

CONCLUSIÓN DE UN SUEÑO
Por: Cheo Breñas.

Estoy muy decepcionado y hasta algo enojado, por el rumbo que han tomado los acontecimientos en cuanto al ya indiscutiblemente famoso CONCIERTO POR LA PAZ  que dará (a pesar de todo), el cantante Juanes en la Habana.
Yo soy de los que tenían la esperanza, de que en este concierto (tomando en cuenta las condiciones actuales y contando por supuesto con la infinidad de organizaciones disidentes que existen en la patria) se armara algo grande que impulsara a una insubordinación que conllevara a un cambio. Pero la inconformidad y el escándalo que han formado algunos de mis compatriotas de Miami y alguna otra parte del mundo, ha logrado (como siempre), cambiar el rumbo de las cosas predisponiendo a nuestros hermanos radicados en la isla y echando a perder otra vez lo posible.
Sé que todos somos parte de esta lucha y que cada cual pone su granito de arena lo mejor que puede, pero creo que en 50 años debiéramos haber aprendido a manejar nuestra política con un poco más de acierto.
Quiero razonar y espero, que si estoy equivocado alguien me lo haga entender sin el más mínimo apasionamiento.
Nunca he estado de acuerdo en que se sancione  a aquellos artistas que viajan a Cuba (sea con fines políticos o no) para llevar un poco de alegría a nuestro pueblo, que en consecuencia vive en una situación deplorable azotado por un sistema dictatorial y sin escrúpulos, que ofrece menos de lo necesario para la supervivencia.
Quizás, si este concierto hubiera pasado inadvertido como yo esperaba, o al menos sin tanto alboroto, nuestras asociaciones de disidentes en la isla, hubieran preparado un plan para (y aprovechando el acontecimiento) exigir ante la opinión pública mundial la necesidad de libertad que todos sabemos urge a nuestro pueblo y que estoy seguro que hubiera sido apoyado por el resto de la población. Esto no creo que sea posible a estas alturas, porque la gente se ha indispuesto en contra de los que quieren privarlos de este momento único de diversión y esparcimiento.
El hecho de toda esta algarabía que se ha formado en torno al concierto, ha traído como consecuencia la predisposición de los cubanos en la isla a un boicot y hoy entonces, claman por que se dé un espectáculo sin incidentes para tener en el futuro las posibilidades de otro. Total, que los años de represión han acostumbrado tanto a la gente a aceptar lo que el gobierno le proporciona, que un huequito abierto para respirar se considera un regalo de la divinidad y si nosotros que podemos, no apoyamos este tipo de ayudadita pasamos a ser entre otras cosas unos egoístas, porque es sabido que aquí gozamos de muchas libertades, pero allá nuestros hermanos no tienen la menor idea de lo que significa semejante dicha.
Esto no es una competencia en la que se lucha por ver quien le hace más daño a quien, esto es un problema donde están involucradas nuestras vidas y la mía en particular ya está a punto de expirar sin haber conseguido nada más que desagravios. Ya va siendo hora de cambiar el estilo de la lucha, porque este (que como una constitución) hemos utilizado por 50 años no ha funcionado y lo que en realidad se ha logrado es mantener a nuestro pueblo marginado y sufriendo de hambre y de  miserias. Hemos llevado a cabo una lucha desigual y sin apoyo contra un poderío acorazado. El mundo entero nos ha dado la espalda y nos ha inutilizado las manos; Si nos hubieran dado la oportunidad de enfrentarnos con el tirano, otra fuera la situación, pero ningún país ha querido permitirnos que nos armemos y preparemos para el combate en su tierra como lo hicieron con Fidel. Entonces, porque le seguimos a este juego. Nadie nos va a permitir nunca hacer nuestra propia revolución porque a nadie le conviene que desaparezcan los Castros. Son una fuente que genera mucho dinero en todos los ámbitos del hemisferio y un excelente enemigo para conspirar.
Cambiemos la táctica y procuremos ayudar a nuestra gente mostrándole con elementos viables, lo que significa la verdadera libertad. Dejemos de aplicar la idea de ese cierre que al final a los que les hace daño es a ellos. Ignoremos un poco al dictador que a “caballo rebencudo” mientras más le pegas, más patea y volquemos todas nuestras fuerzas en ese pueblo que ha sido tan martirizado durante estos últimos 50 años.

http://casosycosasdecuba.blogspot.com/

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