CON LOS DESEOS A CUESTA.

CON LOS DESEOS A CUESTA.
Por: Cheo Breñas.

No les ha pasado que en alguna conversación sobre política donde están presente personas ajenas a nuestra idiosincrasia, a uno de estos ignorantes se le ocurra “la fabulosa idea” de preguntar -¿Y por qué no acaban de una vez con Fidel y su comunismo en Cuba? --- (“•&%*ªx¿¡?!*”) --- ¡Qué barbaridad!... ¿Acaso esta gente vive en otro mundo o no se les ha ocurrido jamás darse una vueltecita por el pasado y documentarse? ¿Cuándo, en la historia de este mundo, ha habido un pueblo capaz de quitarse de encima “por sus propios medios” a ningún dictador, si no es con la ayuda del exterior o por un cambio generado dentro del mismo gobierno? Los pueblos solos, no tienen la capacidad de insubordinarse ante el poder de estos sistemas totalitarios impuestos por la fuerza, porque no cuentan con armas ni con el dinero que se necesita para adquirirlas. Pues “los pueblos” están compuestos por gente humilde, tranquila y trabajadora que no siempre está dispuesta a inmolarse y dejar abandonados a los suyos a la suerte, de no ser que un líder con pretensiones de mando y con un verbo elocuente apoyado en alguna ideología los convenza de lo contrario.

La ayuda es algo muy importante para enfrentar a estos tiranos y si esta no llega del exterior o de algún poderoso que quiera poner a disposición su dinero y sus relaciones para apoyar una sublevación, no será jamás posible porque el control y el miedo infundado por el terror imposibilitan la insubordinación. Y a nosotros… ¡y esto es bueno que lo sepan todos! A nosotros, nadie, “absolutamente nadie”, nos ha querido ayudar nunca. Cuando se pudo haber logrado algo con la embestida de la Brigada 2506 en 1961, nos traicionaron los propios norteamericanos (bueno… en realidad fue el pendejo de Kennedy, que se acobardó ante la amenaza del presidente soviético Nikita Jrushchov o Kruschev como mejor se le conoce) abandonando a nuestros hermanos a su suerte en las playas de Bahía de Cochinos. Después de ese incidente nos quedamos totalmente solos y lo poco que se ha hecho ha tenido que ser en el más estricto de los secretos, para no ser nuevamente traicionados por aquellos países que dicen ser “nuestros amigos” y que en absoluta complicidad protegen al dictador de nuestras intenciones, como la CIA, el FBI y otros. ¿Cómo quieren entonces que combatamos a ese protegido del mundo, si ese mismo mundo está al pendiente de lo que preparamos en su contra para disolverlo? Y a todas estas… “que cojones saben de rosas y claveles aquellos que no han vivido jamás entre espinas”.

¿Alguno de esos imbéciles “preguntadores de idioteces” podría decirme por qué el pueblo judío de Alemania no enfrentó a Hitler y tuvo que esperar a que otras naciones lo hicieran? ¿Habrá sido porque estaban a gusto con que los nazis los recluyeran en campos de concentración y los exterminaran?... ¿Por qué el pueblo ruso aguantó por más de 60 años a la dictadura comunista hasta la llegada de la perestroika sin poder hacer nada? ¿Sería porque estaban muy felices con su dictadura del proletariado? ¿Alguien tiene duda de lo agradecidos que están ahora con el cambio? ¿Por qué los Cesares dominaron al pueblo romano durante tanto tiempo cuando éste contaba con valerosos hombres fuertes y aguerridos que podían haberlos enfrentado? Y no quisiera mencionar los pormenores de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, ni los extensos mandatos de Porfirio Díaz en México, Trujillo en Dominicana, Perón en Argentina, Franco en España, Mussolini en Italia, Hussein en Irak y muchos otros que desfilaron al través de la historia saqueando, asesinando y doblegando pueblos enteros con la fuerza y sus prometedores gobiernos de ilusiones y mentiras.

Los hombres que se convierten a dictadores son muy difíciles de destronar, porque por miedo a perecer recurren a todos los medios de que disponen para protegerse. Se rodean de un grupo al que facilitan todas las comodidades. Lavan los cerebros de sus seguidores y arman y preparan a sus grandes ejércitos con ideologías amañadamente preparadas a su conveniencia. Y todos sabemos que nada es más peligroso en este mundo que un fanático armado y con poder; y que aquellas personas que “creen” apasionadamente en cualquier ideología, jamás entenderán la razón de que otros puedan pensar diferente y por eso los combaten.

NOTA:
Según dato que leí en alguna parte; El ejército de Fidel Castro está entre los 10 mejores del mundo.